Arthur
Solamente verificaciones
Me estacioné en el mismo lugar que el día anterior.
Esta vez no tuve problemas al entrar porque no tuve intenciones de acceder a la institución....... o más bien eso les había dicho a los encargados de seguridad.
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No podía esperar a que Andrea apareciera delante de mí para conocer si seguía sospechando, porque no podia decir "alucinando" ya que por las dudas, el día anterior habíamos ido Andreus y yo a inspreccionar y asegurarnos completamente de que no estuviese nada fuera de su lugar.
Sin embargo; para nuestra mala suerte, Andrea no deliraba; era un vampiro lo que la había estado asechando en el parque Rumbish.
Olor muy fuerte debajo de un puente que sobrepasaba un royuelo; algo significativo porque a menos que un vampiro viviera mas de 5 dias en un sitio, es capaz de dejar un aroma tan fuerte que al momento de estacionarnos en la entrada principal de la arboleda, pudimos percibir el anormal olor que desprenden los vampiros, pero que los mortales no pueden percibir.
Igual las gotas de sangre humana derramadas en las hojas de algunas plantas fue una pista más que confirmaba que no era una alucinación de parte de Andrea; sea quien sea, se había estado alimentando cada noche y no esperaba que fuera el tipo de vampiro que se calmaba con una víctima.
-Demonios Arthur! ¿Como no nos dimos cuenta?- dijo impotente Andreus y muy nervioso a la vez.
-Talvez nos hubiecemos dado cuenta si no se hubiece movido de aquí, pero no dudo que haya estado paseandose por toda la ciudad.....- reí al recordar viejos tiempos.
-¿Tu crees que Andrea sepa realmente lo que pasa?-
-No.... Consideró que eran sus pastillas antidepresivas, pero como ya no pasa por aquí , tarde o temprano tendrá que descartar sus sospechas....- respondí
-¿Pero si no lo hace...?- preguntó alterado y yo lo miré extrañado, Andreus no era ese tipo de personas que se preocupaba por todo, no obstante, tenía que tomar en cuenta que el ambiente en nuestras vidas había cambiado de nuevo hace ya 1 año atrás y con aquello, él tambien.
Me recosté en el árbol mas cercano y suspiré.
-Talvez solo era uno de esos solitarios que vienen, se alimentan y se van. Y todo afirma que así es... ya tiene como 2 días que se fue y no hay rastro de que tuviese compañia, aparte no creo que sea uno de ellos, existen cientos; apuesto a que era un explorador o alguien insignificante que pasaba por la ciudad....- dije mirando el cielo nocturno.
-Esperemos que sea eso- dijo consternado; sus venas transpasaban su dura piel, la ansiedad se mostraba claramente.
-Tranquilizate y preocupate más con Lanthis que te saliste sin permiso hoy. Hahaha. Yo me ocupo de esto- intenté calmarlo.
-Idiota- dijo al segundo que se agachaba, levantaba y arrojaba una pequeña piedra acompañandolo con una risa -me salvé porque regresé a Vongermun, no creo que me regañe esta noche....-
Dejando que me golpeara para que la diversión lo distrajera y tranquilizara;el objeto punzante me alcanzo en un abrir y cerrar de ojos haciendo una insición.
-Ídiota- lo imité al levantar mi mano y sacando el objeto que me había arrojado y que había perforado mi piel haciendo que mi hombro derecho apenas sangrara pero ocacionando un dolor profundo porque se había incrustado en el fondo -esa sí me dolió y me gustaba esta camisa....- dije agarrando la parte de esta en donde estaba el hoyito hecho a causa del lanzamiento de la mini roca.
-¿Hace cuanto que no te alimentas?- preguntó preocupado de nuevo.
-Hmm.... Creo que hace "no te.." en el mes "importa"- bromeé.
Pero tenía razón, ahora tendría que conllevar el ardor por unos minutos porque tardaría en sanar la herida ya que Helena había llegado esa tarde con algunos "regalos" y Andreus se había acabado 3 cubos de donaciones de 4 litros cada uno haciendolo más fuerte que nunca mientras que yo era mas debil porque no pude recibir esos presentes ya que estaba en la oficina cuando llegaron estos a la casa.
-Hilbert te matará- me advirtió y recogio el abrigo que había dejado sobre el pasto. -no deberías abstenerte, y menos por como estan las cosas....-
-No puedo estar más muerto o ¿si?. Y no les temo a ellos.... Y ya largate que tengo que regresar a la oficina y si regresa el bastardo nadie te salvará- reí con Andreus.
Y aunque todo dijera que el vampiro que había vivido en el parque Rumbish ya se había marchado, todavía habían posibilidades de que volviera, talvez menos que antes porque ahora percibiría que Andreus y yo estuvimos allí y podría espantarse como cualquier vampiro que se enfrenta a otros desconocidos.
O talvez ni le importaría regresar.
Aún así lo más conveniente era limpiar todo rastro de sospecha, talvez no era mi obligación pero debía proteger a la raza vampira ... ¿no?
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Despues de checar que nadie estuviece por los alrededores me bajé del auto y entré por la puerta trasera del edificio. El mismo lugar por el que parado el día anterior había visto a Andrea (una chica delgada, blanca y chiquita) pero no a Catherine.
Un tonto humano se había interpuesto en el camino y despúes yo de estúpido me había metido al auto por una rara razón que aún no estaba seguro que era...
Caminé entre los pasillos sintiendome un poco incomodo por los deseos que ansiaban intercambiar la universidad por mi trabajo; la escuela no debía ser tan odiosa como Andreus la describía, apostaba a que era mas interesante que estar en una oficina mandando y no haciendo nada porque mi tío se encargaba de todo.
Pero ahora que estabamos en la "publidad" y "medios" no era tan dificil reducir mi edad en mi acta de nacimiento y poder entrar a la universidad.
Talvez la excusa sería hacer una maestría.......
Mientras caminaba noté que los maestros y pocos alumnos que habían en los pasillos, me veían algo sorprendidos mientras que yo solo respondía con un asentimiento como saludo.
Sin embargo me metí al primer baño de caballeros que localicé para verificar si tenía un aspecto inusual.
Humanamente normal.
Todo parecía estar bien gracias a que esa mañana Helena me había mandado "lunch" al trabajo y yo hambriento, lo había abierto mientras estaba encerrado en la oficina.
La sangre fría paso por mi garganta y se introdujo en todo mi cuerpo.
Y como había sido imprudente y no me había alimentado por 5 días, mi cuerpo reaccionó un poco mal haciendo que sintiera un inmenso dolor en todas mis articulaciones mientras que mi garganta se desgarraba pidiendo más. Petición que no podía satisfacer porque ya me había acabado los 4 botes que me había mandado.
Pero ahora frente al espejo del sanitario de la escuela, me veía normal.
Sin embargo, el día anterior no me veía tan diferente, más bien ahora tenía mas color.
Más ...... nitidez por así decirlo.
Si me hubiece esperado 2 días más sin probar gota de la exquisita sangre, hubiece presenciado varios asombros y comentarios de temor y horror.
-Dios mió! Parece un fantasma- hubiecen exclamado las personas al verme.
Me lavé las manos (pura costumbre humana), y salí de nuevo al pasillo sin detenerme hasta llegar a la habitación que se decía llamar "biblioteca" y escabullirme de nuevo por la puerta trasera de esta hasta llegar al librero que escondía el lugar oscuro a sus espaldas.
Era aún más temprano que el día anterior porque a causa de mi frenesí, me había salido del trabajo antes, situación que alertó a Hilbert e hizo que me interrogase.
-¿Pasa algo?- preguntó intentando meterse a mi mente para agarrar la respuesta que diera, pero yo no lo dejé, acción que ocacionó más preocupacion en él.
-No.... solo quiero ir a Nikxor a asegurarme que Andrea no siga sospechando ni que le haya dicho a otras personas-
-Ah...... No importa Arthur , dejalo así, hemos pasado por peores situaciones y tu no fuiste el que estuvo en el parque, no es tu deber. Y en este momento los humanos no tienen mucha importancia.... - dijo en su oficina de medio piso que tenía en el último piso del edificio, en donde en la mesa principal, checaba algunos papeles.
-Lo sé pero más que verificar las sospechas de Andrea, quiero entretenerme y distraerme de todo esto que sucede -
Me sentí pésimo y avergonzado de mi mismo al decir aquellas palabras, utilizar a ese maldito clan que tanto odiaba para poder excusarme -.... Y ya que estaré allá, pasaré temprano por Lanthis-
Gggr...Otra excusa sin sentido...
-Lanthis ya sabe que odiamos ir- dijo riendo - Hoy le había pedido a una amiga suya que la llevara a la casa porque saldré tarde del trabajo hoy. No es necesario que vayas y atravieces esta ciudad llena de tráfico-
-Pero yo...- dije buscando otra excusa pero fui interrumpido por mi intuitivo tío quien notó mi gran interes en ir a la facultad y no quiso dejarme sin pretextos.
-Apresurate si quieres llegar temprano- dijo amable y calmadamente al final.
Me sentí avergonzado.
Pero yo no mentía, había venido a ver a Andrea y asegurarme que todo este bien. Y de paso tambien a ver si Catherine sospechaba y si era necesario usar mi poder de persuacion con ellas.
La verdad un poco de distracción no vendría mal en esos estos momentos de batallas....
Me senté en el suelo de marmol recarcandome con el librero, esperando a que pasara el tiempo. Esperando a que ellas aparecieran...
Despues de un tiempo que se me hizo eterno mire el reloj y maldeci lo lento que pasaban los segundos, solo habían pasado 5 minutos desde mi llegada a esa habitación, normalmente no me importaba el tiempo y los días parecían pasarse rapidamente que me asombraba en ocaciones, pero en esta ocasion no sucedia eso y lo odié.
Me alisé el cabello, respiré profundamente y cerré los ojos esperando que el tiempo se apresurara y corriera mas rapido mientras me distraía recordando lo que había sucedido esa mañana.
Andreus pasandose y transpasandose de cuarto en cuarto diciendo buenos días a la familia. Lanthis en mi ropero buscando el traje que le había comprado a Andreus el día anterior y que había escondido en mi cuarto para darle una sorpresa.
- ¿Porqué no usas este?- preguntó Amelié al momento que alzaba en sus manos un traje negro.
- No sé- respondí arreglando mi portafolio.
-Todavía que te lo compré....- dijo mientras sacaba el traje de Andreus de mi closet.
- es Clásico, le gustará- le dije mediante mis pensamientos para animarla y para que Andreus no lo escuchara.
- ¿Crees que le guste?! Más le vale.... y si te gustó, ya tienes uno parecido; es Brioni. Jamas usas mis regalos!!- respondio igual telepáticamente al momento que caminaba a mi puerta y se dirigía al cuarto de Helena para escapar de Andreus quien ahora se paseaba cerca.
Me abotoné mi manga derecha y despues la izquierda, busqué unos contratos que había dejado sobre la mesa junto a la puerta y los guardé en el portafolio ya lleno mientras pensaba en lo que haría esa tarde... mientras pensaba en lo indebido que iba a ser al ir de nuevo a Nikxor....
-Hey! - dijo felizmente Andreus tocandome el hombro.
Me tensé.
-Perdón, debí tocar la puerta-
-No te preocupes, no es tu culpa- respondí enojandome conmigo porque había estado distraído por algo o mas bien, por una persona que no debía.
-Alguien se siente triste hoy...- dijo haciendo referencia a la atmosfera que rodeaba la casa.
La preocupación, desconsuelo, desdicha, se podía respirar en toda la morada.
-Yo no baby!...- respondió a lo lejos Lanthis, lo que ocacionó una felicidad instantanea y una sonrisa en Andreus quien volteo a la direccion de donde provenia la voz, a su lado este.
-Es jorge el jardinero- conteste.
Rogelio, el señor que en ese momento arreglaba un rosal, se quejaba en su mente sobre la pelea con su esposa que había tenido esa mañana; se culpaba y culpaba a su suegra...
-Pobre...- respondió Andreus cuando lo escuchó, pero su rostro volvio a la felicidad y transpasó el muro en busca de Lanthis.
Enseguida Lulu aparecio en mi puerta y me aviso que Hilbert y Helen nos querían a todos en el desayunador.
-¿No sabes para qué es?- pregunté.
-Lo siento joven Arthur, no me dijeron nada. Pero hoy habrá desayuno...- dijo timidamente.
Comentario que me puse nervioso; Lulu sabía nuestro secreto desde hace 10 años, siempre fiel había guardado el secreto, incluso asó no se me hacía justo que soportara el convivir con vampiros y servir platillos sangrientos solo por agradecimiento a que Hilbert, Helena y Edmund le hayan salvado la vida a su hijo.
Siempre le insistiamos que no era necesario seguir sirviendonos y viviendo con nosotros, con su "gracias" había sido suficiente. Pero Lulu aseguraba que se había encariñado con nosotros y sabía de buena fe que no eramos malos...
-Ahorita voy- respondí.
Nos reunimos en el comedor pequeño en donde soliamos desayunar si se presentaba la ocasión, y como rara vez desayunabamos juntos, era extraño sentarnos en esa mesa. Tuvo que ser desenpolvada antes de que entraramos.
-¿Y a que se debe esto Hilbert?- preguntó Andreus
-Ha! Espero que por fin hayan accedido a mi peticion y comamos como normalmente se hace en todas las familias... - interrumpio Lanthis refiriendose a sus insistencias de comportarnos mas "mortalmente" y poder comer, cenar y desayunar en un comedor todos juntos ya que sí acostumbrabamos comer con utencilios, platos y servilletas, pero solo nos reuniamos para cenar algunas noches cuando cazabamos en grupo o alguien por su cuenta decidia llevar un poco de su presa a la casa para compartir.
Fuera de eso, si nadie organizaba la cena, todos por su cuenta (si no habian donaciones en el refrigerador) tenian que ir al bosque o a una carnicería dependiendo de cada preferencia.
La habitación estaba apenas alumbrada con unas velas que estaban encendidas para Lulu y por si Rogelio se veia forzado a ir al patio trasero y nos veía por el gran ventanal, no viera que eramos una familia extraña que comía en la oscuridad de la madrugada.
Por el contenido de los platos no debíamos preocuparnos, la visibilidad de un humano no estaba tan capacitada como para ver lo que se encontraba dentro del platillo de alguno de nosotros con una iluminacion baja por la falta del sol de la madrugada y mientras el estuviece parado a 5 metros (distancia del ventanal al camino por el que pudiese pasar Rogelio).
Lulu empezó sirviendo el "vino" (un poco de sangre de conejo), por orden; primero Hilbert quien estaba en un pilar de la mesa, a su derecha Lanthis a quien le seguía Andreus para continuar con el otro pilar vácio, despues yo y a su izquierda Helena....
-Arthur ¿Cuando me retratarás de nuevo?- preguntó amablemente Helena evadiendo la pregunta de Andreus.
-No eh terminado con mi anterior pintura- respondí algo inquieto.
-Pero llevas años con esa pintura hermanito- dijo Lanthis.
Pero Helen percibió mi incomodidad e interrumpio:
-Bien Lulu, ya puedes servir-
Y enseguida Lulu salio de la habitacion , fue a la cocina y regreso lo más apresuradamente que pudo con 5 bandejas de plata. Nos lo sirvió en orden de nuevo, nos dio el provecho y regreso a la cocina.
-¿Qué hay de desayunar?- preguntó Lanthis tan humanamente como siempre preguntaba en las cenas.
Antes de que Andreus respondiera por conocimiento de su olfato, algo que igual pudo descubrir Amelie si se lo hubiece propuesto, Helena respondio orgullosamente:
-Alce y venado...-
-Yumi....- dijo Hilbert -mis favoritos..-
Habíamos comido todos tranquilamente intentando disfrutar la sopa de venado y el plato fuerte que había sido carne de alce bañado en su sangre.
Pero casi al terminar el desayuno, Hilbert alzó la voz, descubriendo la razón de este extraño desayuno:
-Tenemos noticias de "Les gardiens de l'obscurité"-
Al decirlo, todos nos pusimos tensos, el cuarto se tornó frío, la comida ya no era nuestra prioridad, ahora era saber si las noticias eran buenas o malas..
Maldito cazavampiros..... rugio Amelie en sus pensamientos.
-¿Que paso?- preguntó Andreus nervioso pero intenando retenerse mientras le agarraba la mano a Lanthis por sobre el comedor.
Andreus había sido el más afectado por "Los guardianes de la oscuridad", su familia humana fue asesinada por no haberles querido decir al clan en donde se refugiaba Andreus en sus mañanas de "novato".
Y aunque haya tomado venganza y hayan pasado años, seguía poniendose muy nervioso y sobreprotector si se trataba de ellos.
Pero los demas no eramos la excepcion, a todos nos habia afectado "Les gardiens de l'obscurité" en alguna ocasion... y aunque en toda nuestra existencia conocida nos han buscado, tras nuestra "desaparicion" hasce 50 años, no habíamos tenido un encuentro con ellos, sin embargo, en los últimos 10 años, mayor cantidad de vampiros fueron aniquilados por ellos, con cada generación se volvian mas fuertes y más dificiles de localizar....
-6 vampiros menos- dijo Hilbert
-¿Donde?-
-Hungria-
-¿Pero como?- preguntó Lanthis preocupada.
Esta vez Helena contestó:
-Los 6 eran amigos, fueron con Leo y le avisaron que habían encontrado el centro de reunion de Budapest, él les dijo que se esperaran hasta que reuniera a Yara y Poll, pero tal parece que no hicieron caso, el lugar donde era su guarida amanecio abandonada-
-¿Como puedieron con 5 si son...?-
-No sé si desarrollaron las habilidades que antes no tenían, pero simplemente sabemos que algo extraño pasa.- respondio mi tío.
-tienen que tener cuidado- suplico Helena muy preocupada.
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Un gritó proveniente de una voz familiar interrumpió mis pensamientos.
Era Andrea, su grave voz la pude oir aunque estuviece en el 3° piso del edificio.
Sin duda mis poderes se habían agudizado por la nueva sangre reciente, intenté no perder su voz entre las demas que escuchaba procedente de las aulas y oficinas.
Fue un poco laborioso marginarla pero pronto la escuché como si estuviese en la misma habitación.
-No de nuevo no!- lloró
-Si no lo hago se infectará- respondió un señor ya de edad con una voz muerta, sin sentimiento alguno. No sentía ni una pizca de compasión por la chica.
-!Pero arde demasiado!-
-¿Para que te caes?-dijo ya arto de que se quejara.
Maldito perro. pensó Andrea.
-Esta bien, hágalo-
Aunque me cayera algo bien hasta el momento, escucharla no me llevaría a nada. A pesar de que sabía que originalmente no había venido por eso, investigar un poco no me mataría pero ¿Como podía hacer salir a relucir el tema para que pensará lo que opinaba y así puediese escuchar?
Cerré mis parpados de nuevo y me guié por la primera mente accesible para entretenerme.
Se trataba de una chica llamada Joanna. Tarareaba una canción en sus pensamientos mientras recordaba a un chico llamado Ben, jamás le había hablado aunque hubiecen ido a la misma preparatoria juntos. Y ahora ella se debatía entre hablarle o no, ya que ahora se sentía mucho más segura con la operación de nariz que le habian hecho esas vacaciones y con su nuevo cuerpo resultado de arduos meses en el gimnasio. Planeaba chocar con el y pedirle disculpas, preguntarle si lo lastimó y decirse torpe ella misma porque sabía que Ben era demasiado gentil y le diría que no lo era, Joanna insistiría en cargarle sus libros y se convertiría en el comienzo de la historia de amor cuando se casaran....
Humanos romanticos y obsesivos.
Y vampiros aún peor.
Vampiros condenados a vivir por toda la eternidad entre sombras como animales. Como asesinos.
Y para el colmo demostrar sentimientos. Sentimientos que causaban ciertos efectos, parecidos a las caracteristicas de los "hechizos", situación en la que pensaba estar entrando.
Al dispersarme mas en mis pensamientos que poner el 100% de atencion en los de Joanna, mi sentidos se esparcieron y me despertó la voz de Cathy.
Ocacionando frustracion en mí gracias a mi torpeza de no haberme percatado que había entrado a la biblioteca y por no saber si ya llevaban mucho tiempo.
Una maestra le llamaba la atención, aunque ella misma tratara de evitar el ruido, no se aguantó y sus regaños fueron gritos.
-perdon maestra,fue mi culpa.- se disculpó una chica
-Hay niñas!- Gritó y se alejó.
-Te decia....¡Sigo sin entender!- se quejó la chica en susurros.
- Pero Cynthia! pór lo que me cuentas si te quiere!!!- le respondió Catherine
- Claro que noo!.- se quejo la susodicha llamada "Cynthia"
-Bueno la verdad bromeaba, NO te quiere incluso te odia!- rió Cathy - Cyndy! Aunque no le gustes incluso aunque le repugnes.. siempre vas a tener oportunidades!- la animó.
- ¿Y Cómoo? Dimelooo si esque me puedes salvar!!-
-Pues... creo que todas las personas-dijo lentamente y luego se retractó- bueno, no todos. La mayoría de ellas.... pueden enamorarse de casi cualquiera si tienen el empeño de conocer a esa persona ¿No crees?-
Cynthia no comprendía y Catherine lo notó
-Osea.... todos somos personas muy interesantes, únicos, y con pensamientos y sentimientos distintos. Supongo que por lo menos "algo" tenemos que tener en especial..- dijo un poco decepcionada y agregó -lo malo esque nadie lo ve hasta que lo llegas a conocer de verdad, y el físico siempre se interpone.-terminó.
Catherine tenía una de las voces mas suaves y calídas que había escuchado y resaltaba más con las amables palabras que pronunciaba y por su acento.
Si no me equivocaba era de alguna parte del centro del país, pero combinaba perfectamente con su personalidad, era dulce y gentil.
Cynthia contestó:
-Es cierto, tienes razón Cathy!.... Pero por lo mejos soy bonita.. Jajajaja y ya veo que no se te ah quitado lo interesante desde que jugábamos a detectives médicos de pequeñas Jajaja! Me encanta que ahora vivas aquí, podras darme consejos siempre y a cualquier hora!-
-Igual me encanta vivir aqui en Brighton, no pensé que me gustara tanto-
-Ayyyyy Kevin es encantador! Pero tu cuentame más sobre el chico ese del que me has estado contando los ultimos meses.....¿Como se llamaba?- pregunto Cynthia
El pulso de Catherine se incremetó y dudé si era por nervios o incomodidad. Pero al alterarse su animo, algo dentro de mí tambien cambio. Deseos fuertes, impulsos que querían relucir y actuar.
-Jon... era Jonathan - el cambio de voz comparada a como sonaba al inicio de la conversación fue muy drástica, ahora solo difundian tristeza, los sentimientos fluían en su voz aunque tratasé de esconderlos, prosiguió -pero no sucedio nada... aunque en verdad lo extraño. – dijo con profunda nostalgia haciendo sentirme un poco enojado, accion que me enojaba más, no debía sentir esto.
La chica golpeó la mesa y cambió de tema:
-Lo peor esque no eh checado mis emails!! Puede que alguien ya se murió en Grishville y yo ni en cuenta!- dijo sarcasticamente haciendo que riera.
Obvio para mis adentros, no quería que se enteraran que yo las escuchaba.
-No creo, si no Carla y las demás ya te hubiecen dicho algo por cel! ¿Será que Jonathan no tenga el telefono de la casa?- preguntó sin darse cuenta que no le gustaba nada ese tema a Cathy.
Volvia a sentir la tristeza en el aire, Catherine no le hacía nada feliz hablar de aquello y yo quería disculparme, llevar a un lugar apartado a Cynthia y decirselo para que no hablara de eso.
-No sé, aunque igual tengo que entenderlo, tal vez las cosas con sus tios no esten bien....- respondio.
-Que mal.... Talvez las cosas se pusieron peor......- dijo decepcionada Cynthia
-Espero que no- respondio Cathy muy preocupada
-Oie! ¿Quieres ir mañana pasado a cenar fuera?- preguntó su amiga quien miraba unas fotos de su libro de historia qué le habían asignado leer en la clase donde estaban.
No pienses en Jonathan Cathy... solo te hace mal. pensé para mi mismo porque no podía ir a su lado y decirselo.
- C.?- insitió
-Allie?- pregunto de nuevo
-¿Me hablas a mí ?- respondió la otra confundida
- Claro! solo tú estas aquí en la mesa. No creo que nos dejen tarea, por el momento se apuntaron: Ryan!!- dijo insinuando algo - Bruce, y Kevin- la animó.
-Ah! si, claro!- dijo distraída.
-Bien Cathy- ¿a que hora tocará el estúpido timbre?tengo ganas de ir al baño! Pensó cynthia pero fue interrumpida por el sonido de la campana.
-Perfecto! Ahora acompañame al baño!- Se levantaron rápidamente a guardar sus libros y firmar la ficha de registro.
Enseguida yo salí al pasillo para poder verlas pero una multitud de gente se puso en mi camino y la presencia de Catherine se alejaba cada vez más mientras Lanthis se acercaba a mí.
-¿Qué haces aquí?- me cuestiono telepaticamente mientras ella guardaba sus cosas en los casilleros del pasillo de alado y platicaba con sus amigas.
-¿No puedo venir por mi querida hermana?- me burlé
-ha! Y quieres que te crea? Vete idiota que me iré con Tamara porque un estúpido no quiere venir por mí-
-No le digas así a Andreus, romperá contigo- bromee.
-adiós- dijo enojada y fría.
Por el momento le cerré mis pensamientos, no quería que escuchase lo que tenía en mente pero pensar mi decision de que mi hermana no se enterara de lo planeado, me hizo reconocer que esto no estaba bien, si no le ponía un alto las cosas se saldrían de control.
No existía para pensar en humanos.
Salí del edificio, me metí al carro y aceleré, pero en la esquina, antes de salir del estacionamiento, me percaté que un estúpido fotografó me estaba apuntando con su camara.
Grrrr gruñí enojado y aceleré aun mas.
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Llegue a la casa en donde Helena me recibió con un enorme abrazo. Nunca intenta meterse a mis pensamientos si no es una emergencia, pero como todos los demás podían sentir lo que yo sentía. Notó en mi el enojo, tristeza, e incomformidaa.
Pero apesar de que sabía lo que sentía, no me dijo nada.
Siguió plantando las nuevas flores que adornarían la entrada de la casa. Se parecía tanto a hilbert, nunca le insistía a los demas a que dijeran algo que no querían decir. Porque si lo quisieramos decir, entonces la regla era decirlo, por consecuente , si no lo decíamos, quería decir que no queríamos que nadie supiera. Y ellos respetaban demasiado la privacidad.
Sin embargo Helena siempre mostraba su preocupación con un gesto de cariño, era demasiado amable que me tranquilizaba al platicar con ella.
Entré a la casa y fui directamente a mi cuarto para acostarme, y como no tenía nada interesante que hacer,empecé a escuchar los sonidos que rondaban por allí.
Lanthis no había llegado aún y Andreus tampoco. Hilbert calculaba y hacía un estudio socioeconómico de algunas cosas, mientras un líquido rojo llenaba su taza de café. Pude percibir que se trataba de algún animal no tan apetitoso; un cuervo o una rata.
Me dí la vuelta y cerré mis parpados, intentando dormirme. Cosa que hubiece amado si lo hubiece logrado, pero sabíaa perfectamente que era un intento estúpido porque solo por instinto de protección mis sentidos se agudizaban y se tornaba en algo realmente insoportable si una mosca se encontraba en la otra habitación. La distancia pareciera que se disminuía y multiplicaba. Y no podías matarla si se encontraba dentro de tu cabeza.
Mis ojos se abrieron al rodar de nuevo en la cama.
Y ahora la viva voz de Cathy suspiraba en mis pensamientos. Ella me llamaba por mi nombre.
- ¿Porque me pasa esto a mí?- pregunté furioso al aire.
-Pero puedes cambiar lo que te esté pasando- apareció la voz de Hilbert en mis pensamientos, me había oído y ahora desde su despacho me hablaba.
-No lo creo, lo e intentado y parece inevitable- respondí al aire de nuevo porque por ningun momento podía abrir mi mente en estos tiempos, me traicionaría mi subconciente y todos verían la clase de vampiro loco que soy. Nunca haciendo las cosas bien.
Pero si era lo que pensaba que fuera entonces por fin tendría una excusa, era de nacimiento porque esto ya era demasiado.
- No has intentado lo suficiente-
-Tienes razón, talvez no.......-
-Deberías distraerte con otras cosas, sal a cazar algo por Wimber -
Pero tengo que regresar a..-
-no, todo estará bien Arthur, no se acabará el mundo.- me interrumpió.
-Gracias Hilbert-
-de nada chico-
Me quede acostado por un buen tiempo sin pensar en nada, solo enfocandome en escuchar el sonido del agua que caía en el jardin delantero, ahora que ya había plantado las flores, Helena las regaba porque el turno de Rogelio solo era en las mañanas.
Lanthis llegó un par de minutos despues de mi platica con mi tío y consideré el plan de preguntarle sobre Cathy, pero recapacité antes de hacerlo, era una tontería y mi plan de "olvidar" ya había empezado faltando al trabajo ese día.
Andreus había llegado una hora despúes y enseguida se fue con Lanthis a la casa de Selina para visitarla y empacar las cosas para la mudanza.
La vida inmortal daba asco en estos momentos, no tenía ocupaciones. No me cansaba, no tenía tarea, y el trabajo lo hacía sin sentimientos y de forma robótica. Aparte, apenas y estaba ocupado porque Hilbert se encargaba de casi todo.
Leer despues de 80 años como distracción llegaba a aburrir y aunque la pintura era una de mis pasiones artisticas, en estos tiempos me sentia todo menos inspirado para terminar la pintura que habia comenzado hace 9 años, y tampoco tenía ganas de comenzar otra nueva.
Pero todo era diferente si uno no decidía vivir como humano. Un vampiro que no se establece en un lugar, caza cuando quiere, donde quiere y como quiere. Viaja a los lugares mas exoticos y a los nunca visitados; escala montañas y navega por los inmensos mares. Pero nada de eso me llamaba la atención si lo hacía solo.
Andreus y Lanthis talvez me acompañarían, igual Richard, Kenia, Josephine, y Walter. Pero no me hallaba entre ellos, talvez los primeros años todo estaría bien, pero si me retractaba sería lo más descortes del mundo. Uno no puede estarse cambiando de estilo de vida cada vez que quisiese. Y si lo hacía solo, tarde o temprano acabaría en la locura me aseguraba Hilbert porque no era de esos que si fuese el último ser en la tierra no me importaría.
Tras pensar y analizar cada cosa que aparecía en mi cabeza, decidí no ir a el bosque de Wimber, tenía que intentar adaptarme más a la vida humana.
Me estaba desconectando de ese sentimiento y hábito, y si lo lograba, sería dificil recapacitar y volver a sentirme completo en una vida como "humano" porque ya habré encontrado la falta de sentido que tenía la vida inmortal y sería un terco en cambiar de opinión aunque estuviece en lo incorrecto.
Salí en el Saleen S7, un poco más discreto que el Aurea.
Vagabunde por el centro de la ciudad pero todo estaba demasiado poblado para mi gusto así que tomé la 4° Avenida que me llevaría al circuito Farrison.
-humanos lentos- reí. - es un periferico, aceleren!
De repente mi telefono sonó.
Contesté y lo puse en altavoz.
-¿Si?- pregunté
-Emrick!- dijo alegre Zara.
-Ah.. hola Zara, ¿Algun problema?- dije.
Zara era una de mis ayudantes en el edificio, aunque tuviece 19 años trabajaba conmigo en la oficina por las tardes porque era hija de uno de los mejores amigos humanos de Hilbert y como sabría que no me causaría problema porque solo administraría mis papeles y haría otros trabajos simples, acepté que trabajara conmigo.
La Petición inicial había sido hecha por el padre de Zara ya que quería que su hija se educara en el campo profesional en un ambiente empresario como el nuestro. Pero despues nos dimos cuenta que la insistencia de Zara a su padre no fue por su educación. Practicamente había sido por mí. Algo alagador pero inservible. Zara era una muy buena persona pero no me atraía mas que por su sangre y por ser una buena ayudante.
-Hilbert me dijo que no vendras al trabajo porque estabas enfermo y que necesitabas descansar, jejeje..... Pero quería ver como estabas. ¿Estas bien? ¿Voy a tu casa?¿Necesitas algo?- preguntó impaciente.
Sonreí, las personas como ella eran tan gentiles pero desperdiciaban su amor.
-No es necesario, estoy bien. No es nada grave-
-Pero puedo llegar en menos de 5 minutos- insistió.
-Estaré bien, Zara- insistí yo con una suave voz. Si hubiece estado a su lado, tan solo me hubiece costado convencerla un estiramiento de mano.
Zara siguió repitiendo que podría ir a mi casa y que con su caliente sopa de pasta me reparía en 5 segundos. Pero yo me negaba a cada autoinvitación que hacía. Porque para comenzar ni en la casa estaba y si lo hubiece estado, estar caliente(con fiebre) no es una de mis cualidades como vampiro. Si quería llevar mi enfermedad a otro nivel de actuación tendría que alimentarme de un gran animal como un alce o búfalo, o simplemente de cualquier humano. Pero para excusarme no haría algo así.
Despues de un tiempo pude notar que Zara persistía solo porque no quería que colgara el teléfono. Y yo cual persona caballeroso que era, platiqué con ella algun buen rato mientras "estornudaba" para seguir el plan que había inventado Hilbert. Esto era una buena pero no tan perfecta distracción, porque ella era igual humana.
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