Adolescencia

Intentaba leer pero mas que nada comprender, jamás había tenido este problema y ahora la vida me daba la espalda, la presentación estaba demasiado cerca y no lograba grabarme nisiquiera el principio.
-Maldicion!- susurré sabiendo que alguien podría pasar por mi cuarto que tenia la puerta habierta por el inmenso calor de primaver en Nashville y escucharme.
Los modales eran la prioridad de mi familia. Y no los detestaba del todo ya que era uno de mis principios y de mis valores y más que nada uno de mis orgullos el ser un caballero.
Pero habían ocaciones en que sentía que se me prohibia la libertad.
-No sé en que piensas Landon si decir barbaridades signifique tener libertad para ti- me habia dicho mi padre una vez en la que hablabamos del tema.
Escuché que alguien caminaba sigilosamente por la puerta de mi habitacion asi que voltee para afirmar si era Jessi; la asistente de la casa de Londres que intenaba nunca molestarme pero constantemente; o se tropezaba, o estornudaba, o tiraba algo.
Pero esta vez no era ella y hasta deseé que fuera ella, solia ser una charladora interesante.
-Hermanito te tengo una sorpresa- dijo Jackson mi primo favorito con el que siempre solian molestarnos que eramos gemelos porque lo único que nos diferenciaba era que no había crecido tanto como yo, se había quedado en los 1.70 y el tenia los ojos negros y el cabello cafe oscuro.
- No molestes, estoy ocupado- le dije al momento que volvía a releer la hoja de papel que tenia en mis manos y que habia estado estudiando acostado en la cama los ultimos 30 minutos.
-Aguado! No seas un bobo! Arréglate rapudo! te conseguí una cena con el vicepresidente de Le franciuz Administacios, ¿ No es uno de esos bobos con los que te presentarais pasado mañana primo?- dijo Jack mientras agarraba una moneda de oro que habia sacado de su bolsillo derecho, la veia y con su mano izquierda sacudia su traje de terciopelo que llevaba puesto.
- Que te caiga un rayo. No,eso no mata a alguien tan tonto como tú, que te caiga toda una tormenta y lo que sea necesario para que me dejes en paz- le dije frustrado ya que me faltaba mucho que aprender del discurso que diría en la presentacion en 2 días y era vital para poder impresionar a "Le franciuz administracios" compañía dedicada a servir en Londres para la administración del dinero de su país.
Esta primavera habian empezado a admitir a jóvenes de 17 años en sus oficinas para poder prepararlos en esos campos de administracion y así ascender a cada participante un nuevo nivel cada año, jurándoles un futuro lleno de logros. Algo que era perfecto para mi padre y sus empresas y para mí que seria el futuro hererdero.
-Bueno que me caiga un rayo y todas las tomentas que quereis, pero tomarán de muy mal gusto tu rechazo ya que según esto, tú los invistaste amigo mío- dijo macabramente.
- Como queráis, dejame en paz y vete a perseguir moscas! Aveces puedes ser un verdadero castre Jackson! - Le dije enojado intentando concentrarme.
Me estiré y alcancé el zapato de mi pie derecho que no me había quitado por falta de tiempo y se lo aventé. Este reboto en su frente y no pude evitar hundirme en risas.
-Maldito seas!!!- susurró. Y a los siguientes pasos que dio hacia la puerta, le gritó a mi padre:
- Tió, ¿podeis cancelar la cena con el vicepresidente ese de la no sé que francés? Landon no quiere ir-
Me seguí riendo por lo que había pasado y porqué Jack sería desenmascarado al momento que mi padre preguntara de que estaba hablando.
Para mi enorme y suertuda sorpresa él otro respondió gritando de alguna parte del piso inferior con su grave voz enojada:
-Aceptas o Aceptas Arthur! No me harás quedar mal con el señor Tor!! Le había confirmado que si irías!!-
Me paré enseguida tirando el libro a un lado que cayo misteriosamente debajo de un desván viejo y feo.
-Si padre, ahorita me cambio- caminé al marco de la puerta y dije al aire para calmarlo. Lo que menos quería era enojarlo ahorita que me había permitido ir a un curso de artillería en las montañas de "Atalan" al norte de Inglaterra.
En el fondo, mi primo se reía y me decía repetidas veces que me lo había dicho y que ahora yo era el mas tonto de los dos.
Me dirigí al closet y le dije enojado a Jackson:
-Estúpido, ¿Porque no me dijiste que era verdad?-
Empece a buscar algo decente y digno para el señor Tor, pero o era demasiado elegante o muy sencillo.
-Tu eres eltonto! Yo te dije la verdad!-
-¿Y yo que iba a saber? Siempre andas mintiendo en casi todo lo que dices! Tu boca no sabe nada mas que decir mentiras! –
-Pues deveis creerme mas seguido!-dijo Jackson y al finalizar empezó a reírse.
Me senté en el piso del cuarto de cambio e intente ponerme un zapato negro pero enseguida lo aventé a la pared por enojo.
-¿Ahora que me pondré? Toda mi ropa la mande hoy mismo a Nashville y solo tengo 2 trajes que serán para la presentación, el señor Tor pensará que no tengo seriedad por vestir tan simplemente.
-Idiota!-grito Jack que enseguida empezó a rebuscar en mi armario - No sé porque te quejas si aquí tienes mas de 100 trajes y no podeis mentirme!-
-Pero no son apropiados para salir con el señor Tor, son solo para hacer tiro al blanco o estar en la casa- excusé
Jackson siguio revisando y dijo:
-Tomad- tirándome un traje negro con azul de satin con figuras doradas en círculos y un encaje plateado de seda.
-Es demasiado elegante- me quejé.
-Tu solo haz lo que te digo. O si no, no lo hagas y ya verás las consecuencias como te pasó hace unos minutos verdad?- dijo burlonamente.
Lo mire enojado, lo que menos me gustaba era que se buralara de mí así que tome el traje y me encerré en el closet para cambiarme de atuendo.
Tarde cerca de 20 minutos en él, en los cuales Jack se quejaba desde mi cuarto que saliera o rompería la puerta porque se hacia tarde.
Yo ya habia finalizado hace 18 minutos pero estaba sentado en un mini mueble que estaba en esa habitación.
Pensando que era demasiado raro que llevara algo tan elegante, me habia enterado por las lenguas de los hijos de los aristrocacias que salian con él con afán de estudiar en esa administracion que habían ido a uno de los mejores bares de la ciudad. Pero no solian ir con uno de estos trajes que Jack me obligaba usar.
Sin embargo ¿Qué mas daba? Jack no bromeaba en estas cosas porque sabia que significaba muchísimo para mi y el tonto no me odiaba tanto como para estropear esto.Teniamos una enemistad pero eramos fieles amigos y primos.
Sali porque mi padre me gritaba que ya era tarde y que el carruaje ya me estaba esperando fuera. Antes de bajar me puse un poco de colonia e intenté arreglarme el cabello pero no obtuve un cambio extravagante.
-no teneis arreglo primo, asi que no intentes- dijo acostado en mi cama.
-callate-gruñi
-tranquilo tranquilo- dijo mientras se paraba rapidamente y me daba unas palmadas en el hombro derecho, yo me movi bruscamente para que no me tocara. Seguía enojado porque mi padre me había regañado.
-Adios! Y no desordenes mi cuarto!- le dije mientras bajaba corriendo las escaleras para alcanzar a mi padre que ya estaba en la puerta esperándome.
-Listo?- pregunto al momento que sonreía.
-Si, un poco nervioso eso si- dije y al finalizar respire hondo.
-Pues deberias hijo, y espero que tu amor por mí sea fiel-
-¿Y porque lo dices?- pregunté extrañado mientras fruncia mis cejas demasiado confuso. Mi padre jamás me había dicho aquello y esto me preocupaba.
-Por nada. Solo lo decía hijo y que te vaya bien, impresiona y no seas descortes- dijo como despedida.
-Esta bien padre-
Sali de la casa, me subi al carruaje y me sente en el cuartito del carruaje.
Este era cerrado y estaba decorado de rojo vino y rojo vivo que me recordaba a la sangre.
Me habia encontrado a Val, la cocinera , esa misma mañana y la habia ayudado a cocinar. Mis padres me matarían si se enteraran pero como habian ido a desayunar con los vecinos a los campos de "Jermen" no tendrian porque enterarse....
Val timidamente me mostró como descuartizar un pollo.
-Señorito, no deberia estar aquí- insistió de nuevo.
- Miss Val, porfavor digame Landon o Arthur o Emrick. Y no se preocupe, todos estan ocupados arreglando los preparativos del festival de Londres que será en una semana.
Ella dio una media sonrisa mostrando unas mejillas sonrojadas.
-Bien, yo corto el pollo- dije tomando el gran cuchillo que estaba sobre la mesa. - usted solo digame como- le sonreí.
-Cortele la cabeza primero- me dijo desde el otro lado de la mesa.
Y al hacer el corte, un bonche de sangre brotó por todo el cuello del animal.
El carruaje me recordó esa escena, pareciera como el interior de un cuerpo humano, donde fluia sangre. En donde el rojo se volvia cada vez mas oscura cuando pasábamos por las calles apenas iluminadas y nos alejabamos de mi casa.
Despues de un largo tiempo, el carruaje se detuvo por un instante y me asomé para poder ver en donde estábamos.
Pero al asomarme por la ventana apenas y se podia observar la entrada hacia una mansión encarcelada por un portón alto negro y grande.
Me volvi a mi asiento cuando el carruaje paso por esta entrada que dejaba ver la enorme casa a la que me aproximaba, tenia poco tiempo para poder morirme en los nervios y poder imaginar qué es lo que iba a decir cuando viera al señor Tor.
No solia ponerme nervioso, pero me extrañaba que fuese a recogerlo a su casa.
Los hombres soliamos encontrarnos en el lugar en lugar de ir a buscarlos, talvez habian cambiado el lugar y ahora el encuentro iba a ser una cena en su casa, situacion mucho mas incomoda que ir a un bar de Londres.
Mis dedos se movían recargadso sobre mi muslo izquierdo y mi mano derecha no dejaba de estrujar la manilla del asiento en busca de un botón de salida; Mr. Tor tenia reputacion de ser un hombre muy estricto y serio con todo que no fuese su amigo, y esta era apenas la segunda vez que lo veia, y aunque tenia ventaja de que mi padre fuese un gran amigo suyo; las influenzas y relaciones para poder ascender de algun puesto o álguna escala de "agrado" no eran su costumbre.
Cuando el carruaje aparcó finalmente, se podia admirar desde la ventanilla, una emanacion de iluminosidad.
Sin duda no dejaba de mostrar su gran dinero. Las personas con suficiente fortuna podían tener el lujo de iluminar su casa todas las noches con gasolina y velas de grasa de ballena o foca.
En cuanto los menos afortunados; no podían proveerse de esas maravillas gracias y virtudes.
Pero Trágico! Cuando salí del carruaje y pude ver perfectamente a lo que confrontaba.
Era la casa de la Familia Feidi Emrixh.
Enseguida mi mente empezó a desifrar el porqué de la frase de mi padre y las multiples risas nerviosas y burlonas que soltaba Jackson mientras me cambiaba.
Era otro truco de mi primo para juntarme con una señorita, en esta ocasion con la señorita Juliane Feidi Emrixh.
Y ahora barbaridad! Mi propio padre lo había ayudado!
1 comentarios:
hola
hace mucho que no me paso por aca asiq me pase hoy
me gusto mucho el capitulo
nos vemos
Alice
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